“Si no lo haces perfecto, no vale”.“Si no puedes con todo, es que no eres suficiente”.
¿Te suena esa voz?
No grita.
No insulta.
Pero es exigente.
Implacable.
Y a veces…
suena tanto a ti que ni siquiera la cuestionas.
Hay personas que no saben estar sin hacer.
Que confunden el valor propio con el nivel de exigencia.
Que viven en modo esfuerzo, control y “aún no es suficiente”.
No porque quieran ser mejores.
Sino porque temen no ser “bastante”.
Y ahí es donde el juicio se disfraza de perfeccionismo.
‣
🎯 El esfuerzo como escudo
‣
🧠 ¿Cómo se activa esta defensa?
‣
🔍 ¿Cómo saber si lo que te está frenando es juicio disfrazado de exigencia?
‣