“Brillar no es dejar a nadie atrás. Es atreverte a estar donde siempre fuiste tú.”
El precio de tu luz no puede ser tu ausencia
Desde pequeña aprendiste a mirar alrededor antes de mostrar tu luz.
A calibrar cuánto de ti podías enseñar sin molestar.
A esconderte un poco… para no incomodar a nadie.
No era por cobardía.
Era un acto de amor. De pertenencia.
Porque sentías que si brillabas demasiado… podrías quedarte sola.
‣
🔦 El miedo silencioso a destacar
‣
🧠 Lo que tu sistema cree… y lo que tú sabes hoy
‣