Hay cosas que no pudimos decir.
Cosas que no sabíamos cómo nombrar.
Momentos que pasaron demasiado rápido… o demasiado intensos como para poder procesarlos.
Y el cuerpo, con su fidelidad inquebrantable, intentó digerir lo que la mente no pudo.
El estómago se convirtió en el archivo silencioso de esas emociones.
De cada “mejor no digo nada”, de cada “no fue para tanto”, de cada “ya lo superaré”.
Pero el cuerpo no olvida.
LO QUE CALLAS, TU CUERPO LO DIGIERE POR TI
La escritura es una forma de liberación profunda.
Escribir es abrir una válvula.
Es darle forma a lo informe.
Es convertir la sensación en palabra, y con ello, liberar peso.
📓 Un diario emocional no es para recordar.
Es para vaciar.
No es un cuaderno para “pensar bonito”.
Es un refugio donde puedes ser crudo, real, visceral, sin juzgarte.
Y en este caso, es una herramienta terapéutica para empezar a darle voz a lo que tu estómago lleva tiempo cargando.
GUÍA PARA USAR TU DIARIO DIGESTIVO EMOCIONAL
✧ Dedica al menos 15 minutos al día a escribir.✧ Lo harás por ti. No para que lo lean. No para explicarte. Solo para liberar.
✧ Todo lo que escribas es válido. Incluso si parece sin sentido.
📍RUTINA DE ENTRADA A LOS EJERCICIOS DE ESCRITURA
✒️ EJERCICIOS DE ESCRITURA GUIADA
Aquí tienes varios ejercicios. Puedes hacer uno por día, o volver a los que más necesites.
1. Cosas que me tragué
2. Palabras que aún me queman
3. Digestión emocional del día
4. Mi cuerpo me habla así…
5. Cartas de cierre
💬 FRASES QUE PUEDES USAR COMO DISPARADORES
🎁 RECOMENDACIÓN FINAL
Ten un cuaderno solo para esto.
No lo uses para planificar, ni organizar.
Que sea un espacio sagrado para tu mundo interno.
Conviértelo en tu refugio digestivo. En tu voz escrita.
Escribir no cambia lo que pasó,
pero cambia lo que hace en ti eso que pasó.
Y cuando lo que estaba atascado se mueve,
el estómago respira.
Y tú también.