La acidez, cuando no está causada por una bacteria, suele ser una reacción del cuerpo ante una experiencia vivida como "indigerible" o inaceptable emocionalmente.
No hablamos solo de enojo o estrés, sino de algo más profundo:
- Una traición que desbordó nuestros recursos.
- Un trato injusto que seguimos rumiando por dentro.
- Un evento que no pudimos cambiar, pero que todavía no aceptamos.
📍 En estos casos, el cuerpo dice:
“Esto no debería estar pasando. No lo quiero dentro de mí.”
El ardor que sentimos no es solo químico. Es un reflejo de la rabia silenciosa, la impotencia acumulada, o el conflicto interno entre lo que deseamos y lo que ocurre en realidad.
EL CUERPO COMO LÍMITE ANTE LO INDIGNO
Muchos pacientes que sienten acidez me relatan frases como:
- “Me tengo que tragar cada cosa…”
- “Esto me quema por dentro.”
- “Me indigno, pero no digo nada.”
La clave está ahí: el cuerpo se hace cargo de procesar lo que no se nombra.
Y lo expresa como un fuego interno que arde en silencio.
🛠️ ESCRITURA PARA DIGERIR LO INDIGERIBLE
Vamos a ayudarte a liberar aquello que se quedó atrapado en tu estómago.
A poner en palabras lo que ha dolido más de la cuenta.
Busca un lugar tranquilo, papel y bolígrafo. Date permiso para ser crudo, real, humano.
✍️ Ejercicio: Carta de lo inaceptable
🌬️ Respiración para calmar el fuego
💬 Frase de integración
A veces, lo más sanador no es olvidar lo que pasó, sino permitirnos sentirlo con verdad.
El cuerpo no necesita que todo sea perfecto. Solo necesita saber que, a partir de hoy, no tendrá que seguir callando solo.