En la naturaleza, cada animal tiene su territorio: un espacio donde come, duerme, cría, se siente seguro. Si otro lo invade, responde.
Nosotros también tenemos un territorio.
Pero el nuestro es más complejo: puede ser físico, emocional, simbólico.
📍 Y cuando alguien invade ese espacio (con críticas, exigencias, invasión emocional o presencia constante), el cuerpo reacciona.
¿DÓNDE ESTÁ MI LUGAR?
El estómago, el plexo solar, la zona digestiva… son las primeras en registrar esa invasión invisible.
Algunos síntomas típicos en estos casos:
- Acidez o ardor cuando estoy con ciertas personas
- Digestiones difíciles tras discusiones
- Sensación de opresión al ceder espacios o tiempo que no quiero dar
- Rabia muda cuando no se respetan mis límites
A veces no sabemos decir “no”.
Y el cuerpo lo dice por nosotros.
🛠️ CÓMO RECUPERAR MI ESPACIO
Vamos a ayudarte a identificar qué parte de tu territorio se siente invadida y cómo empezar a recuperarla sin necesidad de conflicto.
✍️ Ejercicio: Mapa de mi espacio personal
✋ Ejercicio corporal: Crear un “campo protector”
💬 Integra
✨ Tu lugar no necesita defensa
No tienes que defenderte, tu lugar es tuyo porque existes. Tampoco tienes que justificar tu necesidad de espacio. Cuando tomas conciencia de tu lugar en ti con claridad, el cuerpo deja de arder… y empieza a respirar.